lunes, 11 de noviembre de 2019

Dieta para controlar la inflamación crónica

Controlar inflamación crónica


Son muchas las variables que se tienen que estudiar y analizar alrededor de la obesidad. Uno de los factores más relevantes para los expertos en el sector de la nutrición es la inflamación, en particular la inflamación crónica. Lo preocupante del caso, es que no siempre se hace énfasis suficiente en este aspecto, cuando en realidad es clave.


Un ejemplo de lo anterior, es que la obesidad casi siempre se encuentra asociada de una manera íntima con la inflamación crónica, lo que significa para la persona que se va a incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles. En ese sentido, es importante actuar en estos casos con la implementación de un plan de alimentación para que se pueda tratar la inflamación, reducir los factores de riesgo y por supuesto mejorar la salud.

Controlar inflamación crónica


En ese sentido, se puede empezar por los pedidos Herbalife online, mientras se cuida de los alimentos que se consumen de manera regular. Hay que tener en cuenta que para abordar las enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación, siempre hay que adoptar una dieta con la que se contribuye el tratamiento. Descubre entonces los alimentos que quizá son perjudiciales y aquellos que pueden tener propiedades beneficiosas.

Dieta para la inflamación y enfermedades crónicas no transmisibles (ECNTs)


Uno de los primeros elementos por resaltar en torno a las enfermedades crónicas no transmisibles es que hay un origen en común y es la inflamación. Respecto a la inflamación crónica, es un factor principal patogénico en los trastornos metabólicos, así que su probabilidad aumenta con una enfermedad crónico degenerativa.

La variable principal a considerar, es que la inflamación es una parte clave en la patogenia de la disfunción endotelial, al igual que la aterosclerosis. Por tal motivo, si se cumple con una dieta para la inflamación se va a tener un pilar para prevenir y tratar enfermedades crónico degenerativas.

¿Qué es la inflamación?


Al analizar el estudio de Strowig T que se publicó en el 2012, la inflamación aguda es en esencia una respuesta biológica ante una infección o un daño tisular, buscando así empezar con la curación y preparación de tejidos vasculares. En cuanto a los signos clínicos que se pueden identificar, casi siempre está el calor, tumor, rubor y dolor. Los anteriores signos se producen por factores como las quimoquinas, citoquinas, factores de coagulación y especies reactivas de oxígeno.

Controlar inflamación crónica


La inflamación aguda se puede caracterizar por una reacción de defensa, la cual va a prolongarse en el tiempo y se puede convertir en una reacción crónica del organismo. Una vez se alcanza esta condición de inflamación crónica, ya se va a tener una condición previa con la que se contribuye a la patogenia de un sinfín de enfermedades.

El proceso descrito, se da por la regulación de factores de transcripción, al igual que por miembros de la familia el factor regulador de interferón, lo que va a desencadenar que se exprese en genes inflamatorios, antivirales e inmunes.

Relación entre obesidad e inflamación silenciosa


Este proceso descrito como expresión de genes y una producción aumentada de sustancias que favorecen la inflamación, se vincula de manera proporcional con la cantidad de tejido adiposo en los humanos y en los modelos animales. Por ese motivo, los individuos que presentan un cuadro de obesidad, son descritos en términos clínicos con una presencia de inflamación sostenida y crónica, una de las razones con las que se contribuye a la patogenia del huésped.

En torno a estas alteraciones, van a ir sucediendo principalmente daños en la sensibilidad a la acción de la insulina, también una disfunción de las células β del páncreas, ateroesclerosis y enfermedad hepática no alcohólica.

De acuerdo con los informes de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2017 la obesidad, que se entiende como un exceso de adiposidad anormal que es perjudicial para la salud, alcanzó unas proporciones de incidencia que se pueden equiparar con una epidemia durante las últimas décadas.

Relación entre obesidad y síndrome metabólico


La obesidad se suele relacionar con un sinfín de manifestaciones en el cuerpo. Ahora bien, hay una relación con alteraciones multiorgánicas que son de carácter inflamatorio y que presentan un impacto crónico a nivel metabólico, casi siempre para el páncreas, hígado, corazón, músculos, esqueleto o adiposas. Sobre estas alteraciones, en conjunto son definidas como síndrome metabólico.

En relación con el síndrome metabólico, su origen se debe a múltiples factores, sin embargo, el ambiente en el que cada individuo se va desenvolviendo también determina que exista una expresión de genes con diversas alteraciones metabólicas según corresponda. Para ser mucho más claros con lo anterior, el ambiente que se describe no es más que la alimentación.

De modo particular, cuando hay una dieta alta en grasas de origen animal y también de productos que son procesados considerablemente, sin olvidar los alimentos con un contenido elevado de azúcar y si el consumo de verduras y frutas es mínimo, todo esto se asocia con un exceso de peso corporal, un incremento en la glucosa en la sangre, tensión arterial alta, entre otros.

¿Cuál es el rol de la dieta para la inflamación?


Son muchos los estudios que se han realizado en torno a este asunto. En la mayoría de los casos se hace énfasis en el rol de los patrones de alimentación, ya que así es viable predecir el riesgo de desarrollar una enfermedad, disminuirla o tratarla.

Controlar inflamación crónica


Casi siempre se tiene en consideración la dieta mediterránea por su impacto para reducir los biomarcadores de inflamación, que son la hiperinsulinemia, dislipidemia, hiperglucemia, adiposidad central, hipertensión arterial, entre otros.

Una dieta para la inflamación implica que:

  • Una suplementación con ácidos grasos Omega 3.
  • Una restricción de calorías que tenga un equilibrio adecuado entre los nutrientes principales. Esto lo debe calcular un nutricionista.
  • La inclusión de vegetales que sean ricos en elementos bioactivos que se conocen como polifenoles, los cuales son relevantes para inhibir el factor de transcripción.

A partir de los cambios mencionados se va a lograr un impacto para suprimir los genes que son encargados de la producción de diversas sustancias que favorecen la inflamación, en particular las que están presentes en proceso de inflamación crónica.

Dieta mediterránea para tratar la inflamación


En realidad, la dieta mediterránea no es una estrategia de alimentación homogénea o exclusiva para los países del Mediterráneo. En términos generales se caracteriza por un consumo elevado de verduras, frutas, carnes magras, semillas, cereales de grano entero y aceite de oliva. Por supuesto en cada región hay hábitos alimenticios que se ven influenciados por factores religiosos, sociales, culturales y económicos.

Controlar inflamación crónica


Más allá de lo anterior, es una dieta muy interesante para el tratamiento de la inflamación, ya que existe un consumo adecuado de grasas insaturadas, un aporte mínimo de grasas saturadas y trans, al tiempo que se incrementan los compuestos bioactivos al incluir productos de origen vegetal, un consumo de azúcar natural que no es procesado, entre otros.

Entre los resultados que se pueden esperar de este tipo de alimentación, es una regulación de los factores asociados a síndrome metabólico, que son ideales para el tratamiento de condiciones complejas en el organismo como la diabetes, dislipidemia, enfermedades de orden cardiovascular, entre otras.

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